Desde estudiante secundario, del Colegio Cristo Rey, trabajé con grupos juveniles de los bañados, en particular de la parroquia María Goretti de Chacarita y en el Taller Artesanal que contaba con el apoyo del Pa’i Oliva.
En la Facultad de Ingeniería UNA milité en el Frente Independiente de Estudiantes de Ingeniería (FIEI), encabezando las críticas contra los entreguistas términos del Tratado de Itaipú que firmó el dictador Alfredo Stroessner. Fui Secretario General del FIEI y fui electo representante estudiantil ante el Consejo Directivo de la FIUNA.
Como parte del FIEI, activé en el Movimiento Independiente (MI), hasta que fuimos duramente reprimidos en 1977, coincidentemente con las críticas que hacíamos al intento de cambio de la frecuencia del sistema eléctrico nacional por parte de la dictadura stronista. Tuve que ir al exilio, pero logramos que la frecuencia no se cambiara.
Desde el exilio comencé a investigar temas de energía e Itaipú en particular. Mis trabajos de investigación se publicaron en las universidades de Toulouse (Francia) y Heidelberg (Alemania) y, también, en los diarios “La Tribuna”, que fue el primero que publicó un primer estudio sobre el valor de la energía paraguaya de Itaipú en diciembre de 1978. Luego publicaron mis investigaciones los diarios ABC Color, Última Hora, Noticias, La Nación y ABC nuevamente.
Antes que quedarme en un cómodo exilio, exigí volver al Paraguay cuando fue posible, a luchar por la democratización del país, y lo hice en 1984, después del triunfo de Raúl Alfonsín en la Argentina y con la vuelta de los luchadores del Movimiento Popular Colorado (MOPOCO).
Desde el Paraguay seguí investigando cuestiones de energía –fui el primero en denunciar a través de Última Hora la gestación de la deuda espuria de Itaipú ya en 1986– y sociedad, denunciando los negociados de la dictadura en materia de petróleo y obras públicas.
Fui asesor de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), fundada al caer la dictadura, y con ella denunciamos repetidas veces a la Fiscalía General del Estado la corrupción en Itaipú.
Propiciamos a su vez la candidatura de Carlos Filizzola a la intendencia de Asunción. Triunfamos el 26 de mayo de 1991 en las primeras elecciones municipales libres y me constituí en el primer presidente de la Junta Municipal de Asunción, luego de haber encabezado la lista de concejales y de integrar la bancada más votada.
Fui asesor del Sindicato de Trabajadores de la ANDE (SITRANDE), con quienes luchamos contra la deuda espuria de Itaipú, lo que ayudó a crear conciencia de los derechos paraguayos en tal hidroeléctrica binacional. Nos opusimos a la privatización de Yacyretá, lo que conseguimos: el Congreso paraguayo rechazó el protocolo de privatización Menem-Wasmosy en 1997.
Denuncié en 1992 al entonces candidato a la presidencia de la república, JC Wasmosy por haberse enriquecido en Itaipú gracias a su vinculación con la familia del dictador Stroessner, quien me querelló falsamente por difamación e injuria Así, la justicia me retuvo ilícitamente en el país por 8 largos años (1994 – 2002), si bien finalmente la Corte Suprema de Justicia me dio la razón, lo mismo que la Corte Interamericana de Derechos Humanos de la OEA, en el memorable fallo CIDH N.º 1/2004-Paraguay, garantizando la libertad de expresión, sentándose una valiosa jurisprudencia.
Trabajé con el Comité de Iglesias para Ayudas de Emergencia (CIPAE) desde el 2001 hasta el 2008 para hacer realidad el derecho humano a una vivienda digna. Proyecté el barrio cooperativo (de 300 viviendas) Kuarahy Rese de Aveiro, Itá, junto con cooperativas de vivienda y el CIPAE. La alta calidad y bajo costo de estos hogares se pueden ver hasta hoy.
En el 2006, formé parte del grupo inicial que propició la candidatura de Fernando Lugo a la presidencia de la República, fundando el Movimiento Popular Tekojoja que la impulsó. Triunfamos como Alianza Patriótica para el Cambio el 20 de abril del 2008.
El Presidente Lugo me llamó a definir los puntos que íbamos a reclamarle al Brasil en Itaipú, que lo hicimos con los mejores luchadores y expertos en energía, definiendo 6 puntos. Las negociaciones culminaron exitosamente; avanzamos en todos y cada uno de los 6 puntos exigidos, particularmente en el reconocimiento de la soberanía hidroeléctrica: el presidente Lula del Brasil reconoció que la ANDE –el Estado paraguayo– podía exportar la energía que no consumiéramos al mercado brasileño, a precio de mercado, inmediatamente, y a terceros países desde el 2023.
Al mismo tiempo, se elevó el beneficio básico por exportar nuestra energía de 120 a 360 millones US$/año, con lo cual se pudieron financiar múltiples proyectos educativos y sociales. Igualmente, conseguimos una línea de 500 kV en donación del Brasil, con lo que se evitó el colapso eléctrico que se habría producido de no contarse con esta línea.
Para las elecciones del 2008 encabecé la lista del Parlasur de Tekojoja, con la que fui electo ampliamente, lo mismo sucedió en el 2013 y 2018 a través dela misma lista del Frente Guasu, formadao en el 2010.
Desde el Parlasur reivindicamos la soberanía hidroeléctrica, los derechos humanos y, más recientemente, la creación de una Subcomisión de Verdad y Justicia para investigar los crímenes de guerra y delitos de lesa humanidad, así como genocidio, cometidos durante la Guerra de la Triple Alianza, lo que se concretó en abril del 2022, como un hecho histórico: es la primera vez, después de más de 150 años, que una comisión parlamentaria del más alto nivel, que involucra a todos los países que participaron de la Guerra de la Triple Alianza indagará sobre la verdad y justicia en tal guerra. Entre junio y septiembre del 2022 llevamos a cabo numerosas audiencias públicas en Paraguay, Argentina y Uruguay. Estamos elaborando un Relatorio y una propuesta de Declaración.